Aunque teníamos previsto pasar de Sofía, la capital de Bulgaria y terminar esta etapa a unos 20 km, anoche decidimos que quizás merecía la pena ver la ciudad, no supone un atraso para mañana y la verdad es que nos ha gustado. Después de comer en un restaurante de comida tradicional, donde la chica que nos ha atendido hablaba un perfecto español y nos ha recomendado un par de platos tradicionales que estaban muy buenos, hemos dado un largo paseo, la calle y los parques estaban llenos de gente aunque no se notaba agobio a pesar del calor.
La carretera hasta aquí muy bonita, transcurre entre los Balcanes que dominan el paisaje. Tanto en Rumanía como en Bulgaria nos hemos encontrado con gente muy acogedora que nos han hecho sentir muy bien, sin duda habrá que repetir con mas tiempo para ver el país tranquilamente.
Esta tarde Plácido ya tenía la moto lista, nos veremos en Dubrovnik en unos días.
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