Estos días no teníamos cobertura en la casa rural que nos quedamos, por eso no subimos la crónica del día.
Llegamos a Pontorson, donde nos alojaríamos estos dos días a mediodía y por la tarde pudimos ver el Monte Saint-Michel rodeado de agua, la marea estaba alta aunque no en su totalidad, pero fue espectacular. Se nos hizo tan tarde, a pesar de que todavía quedaba luz natural, que casi nos tenemos que ir a dormir sin cenar, al final un restaurante muy amablemente nos preparó unos creps y un buen café con leche.
El viernes dimos un paseo por la costa hasta Saint Maló visitando su impresionante centro amurallado que fue recinto de corsarios, después volvimos otra vez al Monte Saint-Michel con la intención de visitar la abadía, pero la cantidad de gente que al ser fin de semana estaba en el lugar, nos hizo desistir y terminamos la tarde con otro paseo por Ducey y la campiña de los alrededores, donde pastaban plácidamente las famosos corderos del prado salado del Monte Saint-Michel.
Esta mañana salimos rumbo a Arras, otra etapa de nuestro viaje. Nos encontramos por el camino con el puente de Normandía que atraviesa el estuario del Sena, impresionante se queda un poco corto, cuando entró en servicio era el mayor puente atirantado del mundo, con 2.141m de longitud y 856 m de vano central, tiene 184 tirantes para poder soportar el peso y dos pilones de 214 m de altura. En la actualidad es el sexto puente atirantado mas grande del mundo.
Mañana saldremos para Bremen, pasando por Gante en Bélgica y por Eindhoven en Países Bajos.
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